Nos hemos encontrado con este artículo de El Diario de Andalucía, que lo cierto es que no nos sorprende pero no por ello deja de preocuparnos y mucho. La información se basa en un estudio actualizado sobre como piensan las/os adolescentes actuales, del 2016. Lo que si nos sorprende e inquieta es que no se estén destinando suficientes recursos y partidas presupuestarias para revertir estos datos. ¿Qué futuro podemos esperar?
MUY PREOCUPANTE.
!Un saludo!
Equipo de Laberintos Amorosos.
Adolescentes machistas: la cruda herencia del patriarcado
Más del 80% de los jóvenes españoles conoce actos de violencia en
parejas de su edad, según una investigación del Centro Reina Sofía sobre
Adolescencia y Juventud
Las relaciones interpersonales giran sobre mecanismos de control y posesión que dan lugar a comportamientos potencialmente agresivos, concluye el estudio
Revisar el móvil, imponer amistades, insistir en mantener relaciones sexuales e incluso insultar o agredir aparecen como situaciones intimidatorias más habituales
Las relaciones interpersonales giran sobre mecanismos de control y posesión que dan lugar a comportamientos potencialmente agresivos, concluye el estudio
Revisar el móvil, imponer amistades, insistir en mantener relaciones sexuales e incluso insultar o agredir aparecen como situaciones intimidatorias más habituales
Los adolescentes españoles reproducen
estereotipos machistas como revisar el móvil de la pareja, imponer
amistades, insistir en mantener relaciones sexuales… en casos extremos
insultan o agreden. Es la cruda herencia del patriarcado. Más del 80% de
los jóvenes de 14 a 19 años conoce actos violentos en parejas de su
edad, según un estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y
Juventud.
La investigación ¿Fuerte como papá? ¿Sensible como mamá? Identidades de género en la adolescencia
gira en torno a qué significa 'ser chico' y 'ser chica'. Cómo ponen en
juego sus expectativas, roles y referentes colectivos. De qué modo se
perciben a sí mismos.
Y el desenlace es que persiste la inequidad de género.
Ser chico, creen, es sinónimo de dinamismo, independencia y posesividad.
Una chica será sensible, presumida y responsable. Ellos son decididos,
mejores en deporte y tecnología. Ellas, empáticas y reflexivas. Una
rémora social que tiene vertiente combativa en la cuarta parte que, con
un toque feminista, más rechazan las conductas tradicionales.
Las relaciones interpersonales, sometidas así a mecanismos de
posesividad y control, dan lugar a comportamientos potencialmente
agresivos por ambas partes. Aunque más frecuentes, y más graves, por
parte del varón, concluye a través de una encuesta a 2.154 jóvenes
escolarizados el centro creado por la Fundación de Ayuda contra la
Drogadicción (FAD), en un trabajo que ha sido presentado en la
Universidad Pablo de Olavide (Sevilla).
Convencidos "de que son diferentes"
Los participantes en el sondeo identifican hasta cinco actos por
persona de violencia ejercida por chicos y una media de 3,7 por chicas.
Solo un 12% dice no conocer situaciones de abuso ejercido por chicos y,
un 16,5%, por chicas. Datos que muestran la frecuencia de actitudes
intimidatorias contra la pareja.
Las adolescentes aparecen como protagonistas de actos
como revisar el móvil, impedir ver a sus amigos o saber dónde está.
Entre los jóvenes varones es más habitual la intimidación, el control
personal y emocional, la violencia física y verbal o la violación de la
intimidad.
En todos los casos contribuye el uso de
las nuevas tecnologías, que han modificado las relaciones y la capacidad
de vigilancia. Y la aceptación generalizada de tópicos que definen
hipotéticas diferencias: mayoritariamente las chicas son definidas como
sensibles y tiernas (por un 56% de los jóvenes), preocupadas por la
imagen (46%) o responsables y prudentes (36%). Los chicos, dinámicos y
activos (66%), independientes (36%) o posesivos y celosos (31%).
"Están convencidos de que son diferentes, que las chicas
son más sensibles y los chicos más dominantes", resume el director
técnico del Centro Reina Sofía, Eusebio Megías. Pero no parten de un
punto de inequidad: "somos iguales pero no haces ciertas cosas porque no
quieres", piensan. La atribución de cualidades a los diferentes sexos
influye de manera determinante en el establecimiento de estereotipos.
Cuando el "amor romántico" lleva a la posesión
Los jóvenes "identifican" las desigualdades, la herencia del
patriarcado en materia laboral, familiar, política... Pero la perciben
"de otra generación", cómo si el feminismo y el machismo fueran parte de
la historia, un problema de sus padres. "Queda mucho trabajo por
hacer", precisa la coordinadora del Centro Reina Sofía sobre
Adolescencia y Juventud, Anna Sanmartín. "Persisten exigencias de
control y posesión" influidas "por la educación recibida y, también, por
la herencia generacional".
El estudio constata avances estructurales, caso de
relaciones de pareja que cada vez tienden a ser más igualitarias. Cala
el mensaje, pero lento. Los adolescentes españoles siguen manteniendo
roles y convicciones que perpetúan la desigualdad, generalmente a costa
de las chicas y mantenida, a menudo, por ambos sexos.
En ese punto suele actuar como rémora el ideal del "amor romántico",
traducido finalmente como símbolo de fidelidad y posesividad que
desemboca "en sentimientos de celos que se viven con normalidad". El
machismo, señala Sanmartín, "está ahí, existe en la sociedad imperante,
lo hemos mamado".
Por esto el objetivo del estudio quedó centrado en "ver
cómo se formaliza la identidad de género en esa época tan importante de
la vida". Por qué motivos ellas deben ser más empáticas, capaces de
comprender, de dar cariño y de reflexionar. Y ellos más decididos,
mejores para el deporte y más hábiles con la tecnología. En qué razones
se sustenta la persistencia de la desigualdad de género.
"Nos quedamos como ciegas"
Durante el estudio, los comentarios machistas surgieron "con normalidad". Definiciones que implicaban las expectativas y roles que chicas y chicos asumen en el día a día. "Las chicas viven los sentimientos de manera pasional, sin embargo los chicos somos más fríos, más tranquilos. Las mujeres son más complicadas", por ejemplo.Una chica: "Cuando alguien se pasa con nosotras en la discoteca, los chicos nos protegen. Eso es bueno, quiere decir que nos tienen en cuenta y que no nos consideran solo un trozo de carne". Un chico: "Creo que la mujer está más capacitada para resolver problemas cotidianos... eso me hace pensar que su inteligencia emocional es mayor que las de los hombres".
"¿Somos débiles o nos lo hacen ver? Si nos preparan así desde el principio, ¿Qué esperan de nosotras? ¿Qué seamos sumisas y no podamos hacer lo que ellos hacen?", reivindica una joven. "Nos quedamos como ciegas… nos damos cuenta de que hacemos lo que ellos quieren demasiado tarde", concluye una adolescente.
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